Perros que no quieren comer después de una cirugía o de una enfermedad.
Animales convalecientes con problemas para comer
Perros que rechazan su nueva dieta (terapéutica).
Para estimular la toma de medicamentos
Perros que no beben suficientemente
Alteración de la flora bacteriana intestinal debida a largos tratamientos con antibóticos
Para mejorar la condición de la piel y el pelo. Otros tratamientos no tienen una buena palatabilidad y a menudo son incompletos
Perros que necesitan un refuerzo durante sus primeras semanas de vida
Animales debilitados que necesitan un apoyo extra para recuperar la salud